8 de marzo de 2018, qué maravillosa sorpresa

13/03/2018 en Doce Miradas

Este 8M no lo olvidaremos nunca. Los días previos ya se oía una música distinta a la de ediciones anteriores. Y tú, ¿qué vas a hacer el 8 de marzo?, empezábamos a preguntarnos unas mujeres a otras. Se intuía algo, pero tal vez fueran las ganas que teníamos. Cómo saberlo. Cómo imaginarlo siquiera.

En la concentración de las 12.00h, en la plaza Elíptica de Bilbao, ya nos quedó claro a las que allí estábamos que este no iba a ser un Día Internacional de las Mujeres más. La plaza estaba llena a rebosar de mujeres muy jóvenes que acababan de cruzar con paso decidido las puertas de colegios, ikastolas, institutos,  universidades… Se dice que la mayoría tomamos plena conciencia del machismo al entrar en el mercado laboral, pero se ve que estas jóvenes perspicaces ya se huelen algo desde la edad escolar. Lo mejor es que había mujeres de todas las edades. Mujeres hartas de encontrarse techos de hormigón o de cristal en el mejor de los casos. Mujeres cansadas de lidiar solas con la crianza, con la intendencia doméstica. De preparar meriendas, proveer mochilas, llevar a los niños al médico, asistir a las reuniones escolares, cuidar a ese familiar enfermo o a esos padres que han dejado de ser autónomos. Hartas de la violencia machista, que anula, aterroriza y mata. También había mujeres mayores, septuagenarias, octogenarias y más, veteranas de otras batallas, que no pensarían verse a esas alturas teniendo que reivindicar la igualdad. Esas mujeres lloraban de emoción, tras muchas manifestaciones en las que hubo muy pocas manos sujetando las viejas pancartas. Y también algunos hombres que, en un prudente segundo plano, participaron del gran día.

Porque en el siglo XXI la igualdad tendría que estar más que conseguida. Pero no lo está. Eso es lo que muchas feministas venimos diciendo desde hace tiempo. Por eso fue tan emocionante ver el jueves a tantas mujeres pidiendo la igualdad real. Fue como un despertar. Sentirnos unidas da mucha fuerza. Saber que no somos una minoría clamando solas en el desierto. Qué alegría constatar además que hay relevo. Ver a tantísimas jóvenes concienciadas que recogerán el testigo. Este 8M la palabra sororidad desplegó todo su significado en las calles y plazas.

8M: el whatsapp de Doce Miradas

De izda a dcha: Pilar junto a sus hijas, Lorena y una compañera de trabajo en la Universidad de Deusto, María junto a sus compañeras de oficina de Deusto.

De izda a dcha: Pilar junto a sus hijas, Lorena y una compañera de trabajo en la Universidad de Deusto, María junto a sus compañeras de oficina de Deusto.

Y el día todavía fue a mejor. En las manifestaciones convocadas para la última hora de la tarde, las ciudades volvieron a desbordarse de mujeres que queremos un mundo más justo. Fue una jornada memorable que las Doce Miradas vivimos en una montaña rusa de emociones. El grupo de whatsapp sonaba cada poco. Noemí Pastor comenzaba el día diciendo que estaba expectante, pegada a Twitter. Miryam Artola nos anunciaba que sus criaturas de Muxote Potolo Bat también hacían huelga. “No hay dibumensaje de MuxotePotoloBat. First time en 7 años. Toma ya!”. Lorena Fernández compartía sus nervios con todas, “esos nervios que te entraban de pequeña cuando en el cole te llevaban de excursión”“Qué subidón, qué intenso”, se emocionaba Noemí Pastor. Lorena enviaba su foto de la concentración en la Universidad de Deusto, con la pancarta “Nos quitaron tanto que acabaron quitándonos el miedo”. María Puente enviaba fotos del ambiente en la plaza Elíptica de Bilbao. “No sé cuánta gente dirán que había, pero ha sido emocionante”. Ana Erostarbe confesaba que le habían caído “unas lágrimas viendo el telediario” y reenviaba una foto del desnudo frente al Buen Pastor.

De izda a dcha: Ana con su hijo, imagen de la manifestación de las 20.00h en Bilbao, Naiara con su hermana, las hijas de Pilar junto a sus amigas.

De izda a dcha: Ana con su hijo, imagen de la manifestación de las 20.00h en Bilbao, Naiara con su hermana, las hijas de Pilar junto a sus amigas.

Horas después, foto con su hijo, “New generation”, decía. Pilar Kaltzada, esperaba la llegada de sus hijas en el centro de Bilbao y nos informaba: “No sé cuántas, pero son ‘cienes y cienes’. Mujeres sentadas en Jardines de Albia, lazos lilas y ropa negra por todas partes. Es muy emocionante ver esta marea”.  Lorena preguntaba: “¿Habéis visto esto? Qué día tan emocionante”, decía al compartirnos una noticia de Cuatro en la que se escuchaba el cántico de miles de mujeres en Bilbao. Pilar: “¡Mucho! Hoy están pasando cosas, por fin!”. Lorena: “Joder, que Bilbao sale hasta en el New York Times”, y nos enviaba la noticia. Pilar enviaba foto de sus hijas junto a las amigas con pancartas ‘sutiles’. ¡¡¡Qué grandes!!! Christina Weickmeister aplaudía a las nuevas generaciones. Por la noche, Arantxa Sainz de Murieta: “Ozu, Bilbao es un borbotón”. Y fotos y más fotos de la marea de mujeres. Miryam Artola se nos emocionaba desde Canarias, en donde estaba por trabajo: “La manifa movilización más multitudinaria… la de Bilbao, pues!!!”. Arantxa publicaba una noticia de La Vanguardia que afirmaba que ‘Seis millones de trabajadores secundan la huelga feminista según los sindicatos”. ¿En serio? ¿Trabajadores? ¿Ni siquiera el 8M podían decir ‘trabajadoras’? “No he visto en mi vida nada igual”, añadía impactada por la marea. Naiara Pérez de Villarreal posteaba foto con su hermana en la manifestación de Bilbao “Qué emoción chicas. Ha sido un día precioso. Me da pena que acabe…”. Lorena: “Estoy que no podré dormir”.

Fotografías de las manifestaciones del día y de la noche, así como un dibujo de Miryam Artola, con la emoción del momento.

Fotografías de las manifestaciones del día y de la noche, así como un dibujo de Miryam Artola, con la emoción del momento.

El día después: queremos consecuencias

Muy grande este Día Internacional de las Mujeres. Marcará un antes y un después. Tiene que hacerlo. Esto da más fuerza para reclamar medidas de igualdad. Da poder. Se empezó a notar incluso antes. Los partidos políticos que mostraron su renuencia o rechazo a la huelga feminista en los días previos empezaron a recular justo antes del 8M, cuando se intuía que venía algo grande. El 8M y el 9M se manifestaban públicamente como feministas convencidos. Nadie se quiere quedar sin subirse a este carro. Y es que en esas calles había muchos votos y eso no se le escapa a la clase política. Allí no había cuatro piradas, como suelen llamarnos a las feministas, ni ‘doce miradas’. Fueron millones. Al margen de las motivaciones de estos partidos políticos conversos, bienvenidos sean al carro si eso se traduce en avances para la igualdad. Porque ahora estamos esperando. Queremos ver consecuencias al 8M. Ante la desigualdad salarial ya no es posible decir “No nos metamos en eso ahora”. Presidente Rajoy, hay que meterse en eso. Ahora. Es un clamor. Lehendakari Urkullu, las manifestaciones en Euskadi en general y en Bilbao en particular fueron de las más multitudinarias. También hay una pelota gigante en su tejado. ¿La siente? ¿Ha tomado nota?

A vosotras, enhorabuena y un regalo de Miryam Artola

A todas las mujeres que salisteis a la calle o que seguisteis los acontecimientos con emoción y esperanza aunque no pudierais ir, enhorabuena. Juntas, hemos conseguido algo grande. No todos los días se hace historia. Ahora sabemos que unidas podemos conseguirlo. Felicidades. Disfrutemos de esta dulce victoria, sin aflojar la presión. Para todas vosotras, este regalo homenaje de nuestra ‘mirada’ artista Miryam Artola.

Somos

Somos las que nos trajeron hasta aquí. La lucha, el sacrificio, la convicción.
Somos todas a las que nos mataron.
Somos rojas, blancas, negras, tostadas, amarillas… algunas somos un poco verdes. Y todas, todas, somos lilas.
Somos hermanas, hijas, sobrinas, viudas, esposas. Y somos las amigas, las primas, las tías, las amantes. Somos las «ex». Somos las abuelas. Somos las amonas.
Somos nuestras contradicciones y nuestras incoherencias.
Somos nuestras verdades y cada una de nuestras certezas.
Somos las que marchamos. Las que paramos. Las que caminamos. Las que cantamos. Las que no nos rendimos.
Somos diferentes.
Somos diversas.
Somos las que nos sentimos reconocidas. Las que nos queremos. Las que nos respetamos. Las que nos luchamos.
Somos.

Somos feministas.

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Somos mujeres. Somos personas. Gente con sueños que imagina una sociedad diferente. Gente que reclama un espacio común para mujeres y hombres que sea más justo y equilibrado. Y después de mucho cavilar, somos doce mujeres con ganas de trabajar para lograrlo. ¿Quieres saber quiénes somos?.