Mujeres en eventos… y van…

20/03/2018 en Miradas invitadas

Cristina Juesas. Consultora de comunicación y preparadora de oradores. Ayuda a sus clientes a comunicar mejor. Ha trabajado en proyectos de transformación digital en el Gobierno Vasco y la Universidad del País Vasco. Organiza TEDxVitoriaGasteiz, es Directora de la División España Oeste en la organización Toastmasters International, salsea todo lo que puede en internet y en la vida, así, en general.

Post basado en hechos reales. Te podría haber pasado a ti. Nos pasa a cualquiera a diario.

Un contacto al que tengo en alta estima comparte información de un evento sobre redes sociales que se celebrará en las próximas semanas en Barcelona y en el que hay ocho ponentes (más dos sponsors invitados, o sea, diez ponentes en total), de los que tan solo dos son mujeres. Hace años que tengo la costumbre de señalar de forma pública cuando un evento no es igualitario. Lo hago por mil motivos, pero la razón que subyace es que la organización sea consciente de que algo ha fallado.

La primera respuesta que me dieron fue “pero las dos mujeres que están valen mucho”. Hombre, pues gracias por la explicación (¿En ocasiones veo mansplainings?), pero no me refiero a las que ya están, sino a las que evidentemente brillan por su ausencia.

Cuando le digo que ya, que claro, me dice que tiene más socias que socios y que trabaja por la igualdad, pero que no se obsesiona, que esa etapa la dejó atrás y que quizá se equivoca. Le replico que efectivamente, que se equivoca, pero que no estoy diciendo que sea su culpa y que le deseo que le vaya fenomenal en el evento… otro más con aplastante representación masculina versus femenina en un entorno en el que abundan las mujeres. Y que eso no puede ser bueno. A lo que me responde que sabe que va equivocado por la vida y que no le importa. Por mí se habría zanjado ahí la conversación. Mi misión de señalar lo evidente para que sea visible para todos estaba cumplida.

Ya había hecho saber mi opinión. Ya está.
Sin embargo, ¡lo que pasó después te sorprenderá! (O no…).

Efectivamente, tenía que pasar otro varón (el del pantallazo) a explicarme, para que yo lo entienda, que soy corta, que lo verdaderamente importante no es el sexo, sino el conocimiento. Y que nos hacemos un flaco favor si se programa un evento pensando en el sexo. Me pasé toda una mañana pensando a ver qué hacía. Si escribía algo… Si me cortaba las venas…

Creo que huelga decir que cada cual su evento hace lo que le da la gana y punto. Mi amigo, aunque no me gustaron del todo sus respuestas, es coherente. Hace lo que quiere, es consciente de que puede que se equivocase y, como ya tiene una edad, se la trae al pairo. Bien… Pero es obligación de todos y todas, sobre todo de todos los que son conscientes de la increíble brecha de género en visibilidad profesional, hacer algo por solucionarlo.

Así que como creo que hay que hacer labor educativa, nada, volvamos a Barrio Sésamo. Soy Coco y os voy a explicar cómo garantizar igualdad y calidad en un evento porque, ¡sorpresa! ¡No están reñidas!

Yo organizo eventos. Llevo diez años organizando eventos de todo tipo, pequeños, grandes, medianos… En entornos variados: ámbito científico, tecnológico, abiertos a público general, cerrados… Si algo he aprendido en todos estos años es que la igualdad en un evento se busca. Si no, no existe. Como en la sociedad. Como en la política. Como en el 99% de ámbitos de nuestras vidas.

Cuando queremos que un evento sea igualitario y no queremos recurrir a paneles de “Women in Tech” o “Women in Science” o “Women in inserteaquísusector” tenemos una doble complicación.

Por un lado, está el sesgo cognitivo que nos hace pensar en que los varones son mejores profesionales. Este sesgo es cultural y se da desde nuestros primeros años de cole, cuando se exhorta a los chicos a dar sus respuestas y se nos pide a las chicas que levantemos la mano para hablar (y ser buenas señoritas, añado). Un estudio del año 2004 en Harvard demostró que este patrón se mantiene en los años de la universidad y que los varones duplican en intervenciones a sus compañeras. Bien, pues una vez que sabemos que esto pasa, es fácil ponerse en modo: solo voy a pensar en mujeres.

Os aseguro que los resultados están garantizados. No merma en absoluto la calidad profesional, al contrario. Cuanto más practicas esta técnica, mejor te sale y más mujeres te vendrán a la mente.

Le puedes preguntar a asociaciones profesionales de mujeres, a mujeres y a hombres, para que únicamente te referencien a mujeres. Es la única manera de equiparar la balanza. Comprobado que funciona. Y también comprobado que mejora la calidad de los eventos.

No más excusas. “Es que llamé a tres, pero ninguna aceptó”. Pues llama a siete, verás cómo consigues lo que buscas… el tema está en eso precisamente, en buscarlo.

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Somos mujeres. Somos personas. Gente con sueños que imagina una sociedad diferente. Gente que reclama un espacio común para mujeres y hombres que sea más justo y equilibrado. Y después de mucho cavilar, somos doce mujeres con ganas de trabajar para lograrlo. ¿Quieres saber quiénes somos?.