Sobre la mujer en los medios de comunicación y por qué la voz importa
05/11/2013
Sacar la foto de un día en las noticias del mundo… y ver cómo salían las mujeres reflejadas en ella. Esto fue lo que propuso, hace casi ya dos décadas, un grupo de mujeres visionarias en el marco de la Conferencia Women Empowering Communication. Nació así el germen del Global Media Monitoring Project (GMMP). Una investigación quinquenal que el 18 de enero de 1995, analizaba por primera vez las noticias que ofrecían la prensa, radio y televisión de 71 países. ¿Y qué fue lo más llamativo de aquella primera foto simultánea? La notoria sub-representación de la mujer en los medios y la aplastante uniformidad de los datos recogidos. En todos los medios, en todo el mundo… Inevitable preguntarse ahora qué dicen los datos de hoy. ¿Habrá mejorado la cosa? ¿Qué hay del presente?
Las mujeres como protagonistas de las noticias. Según el informe GMMP de 2010, realizado esta vez en 108 países, la información en prensa, radio y televisión es esencialmente masculina, con sólo un 24% de noticias sobre mujeres (en el caso de Internet, 23%). Tienen las mujeres, sin embargo, el doble de posibilidades de que se mencione su edad y más del triple de que se cite su estado civil. ¿No tiene bemoles la cosa? Sólo una de cada cuatro protagonistas en los espacios informativos es, por tanto, mujer. Y si cerramos el foco, los matices son jugosos. Encontramos que el 90% de los científicos presentados son hombres, al igual que lo son el 83% de los profesionales del derecho o el 69% de los educadores y profesionales de la salud. Cabe preguntarse ahora, quizá, cuántas mujeres de ciencia conocemos, cuántas abogadas, doctoras, profesoras… Eso sí, señalar que las mujeres superan a los varones en dos de las veinticinco categorías registradas en la investigación. Atención damas y caballeros: amas de casa (72%) y estudiantes (54%). ¿Alguien ha oído hablar de los estereotipos?
Las mujeres como fuentes consultadas. ¿Qué sucede en lo que respecta a las consultas que realizan los medios? Pues bien, el 80% de los profesionales consultados son hombres. En España el dato se eleva al 91%. ¿Y cómo son esas mujeres a quienes los medios reclaman? Expertas que fundamentalmente hablan sobre cuestiones sociales y de salud; ambas secundarias en las prioridades informativas (frente a política, economía o deportes). Ellas son, por consiguiente, menos consultadas y lo son sobre asuntos relegados en la agenda informativa.
Y ahora un dato curioso, ¿qué sucede cuando los medios de comunicación buscan testigos oculares? Pues que, incidiendo en la pauta, de nuevo parecen fiarse más de los hombres: 7 de cada 10 testimonios. Conclusión: se fían más de los hombres o éstos siempre están donde surge la noticia. Que todo puede ser.
Las mujeres elaborando y presentando las noticias. Según datos del mismo estudio, el 37% de las noticias de radio y televisión fue elaborado por reporteras. Aunque si vamos al detalle, encontramos que de nuevo son los hombres quienes mayoritariamente informan sobre las cuestiones prioritarias: política (67%) o economía (60%).
Si nos fijamos en cambio en quiénes presentan las noticias, nos acercamos por primera vez a cifras paritarias: las mujeres presentaron el 52% de las noticias de televisión y el 45% de las de radio. Significativo que sea en la presentación de las noticias televisivas donde se las prefiere a ellas. Dan bien a cámara o, después de todo, son tan buenas transmisoras de información como sus compañeros. Y de ahí la importancia de denuncias como la realizada recientemente a la BBC británica, donde, de cada cinco presentadores mayores de 50 años, sólo una resulta ser mujer. Vaya por Dios.
Las mujeres en el gobierno de las empresas de comunicación. Según un informe del Instituto Europeo de Género (EIGE), “Mejorando la igualdad de género en la toma de decisiones de las organizaciones mediáticas”, realizado en la Europa de los 27 y Croacia, el 35% de los cargos ejecutivos en medios públicos es ostentado por mujeres; en los privados la cifra es del 29%, situándose la media en el 32%. El dato correspondiente a España está, sin embargo, por debajo: 25%. En cuanto al porcentaje de mujeres en los Consejos de Administración de las empresas de comunicación europeas, un cuarto exacto de la tarta es para ellas.
Concluyendo al respecto. ¿La conclusión más evidente de esta desproporción? Que el mundo nos transmite día tras día una visión esencialmente androcéntrica, y que esa visión no favorece ni el avance de las mujeres ni la forma en que éstas son proyectadas y percibidas. Son los hombres quienes mayoritariamente gobiernan y lideran, y son sus voces, ideas y opiniones, las que mayor resonancia y cabida tienen. ¿Cuánto tendrá que ver uno con lo otro? ¿Poder y voz? Pensar en Italia y Berlusconi… Porque las noticias que ofrecen los medios constituyen la principal fuente informativa de nuestra sociedad, pero, sobre todo, conforman la principal fuente de opinión y de ideas circulantes. Ahí es nada.
En plena crisis existencial, son muchas las preocupaciones e incertidumbres de los medios de comunicación de todo el mundo hoy día. Que todo va muy rápido en una profesión que siempre fue demasiado veloz. Se me ocurre que para superar el bache, deberá hacerse algo parecido a lo que requiere superar una crisis personal: bajar a los cimientos, hacer un reconocimiento con nuevos ojos, poner algunos refuerzos… Renacer conlleva regresar al punto en el que todo empezó. Y el periodismo necesita adaptarse con celeridad a las nuevas realidades, pero también rememorar su razón de ser. Jim Boumelha, Presidente de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), lo dijo mejor: “el acto periodístico como bien público no sobrevivirá en ninguna plataforma sin un compromiso con la ética”. Y Aidan White, Secretario General de la misma organización, apuntaló el pensamiento afirmando: “una presentación justa de los asuntos de género es una aspiración ética y profesional similar al respeto de la exactitud, la justicia y la honradez”.
Sea como sea, e independientemente de cómo resuelvan sus incógnitas, los medios deben necesariamente dar respuesta a su responsabilidad pública y social. No sólo condicionar el debate público sobre la discriminación de géneros para influir en las agendas políticas, sino también, desde dentro y en su día a día, contribuir a que esta sociedad sea más igualitaria. Cada voz experta, cada testigo ocular, cada mención al estado civil de una mujer protagonista, cuenta… Cada pieza informativa perpetúa o diluye estereotipos, y hay manuales específicos que pueden ayudar en su desempeño a los profesionales que quieran mejorar. Es sabido que el inmenso poder de los medios radica tanto en lo que cuentan como en lo que silencian, y en lo que respecta a las mujeres, las noticias deben dejar de callar y de acallar. Porque las mujeres son la mitad. No un tercio, ni un cuarto. Porque es su derecho que su visión del mundo sea proyectada. Que lo sean sus voces, ideas y opiniones. Porque es lo ético y porque es lo que tiene que ser. Es muß sein.
Y para terminar, si te interesan estos temas, creo que te gustará este reportaje.