¿Cuántos maltratadores buscan pareja en tu ciudad?
06/10/2015 en Doce Miradas
Pocas veces se habla en estos términos, ¿verdad? Por lo general, se habla de mujeres maltratadas, cuántas son, qué edades tienen, si son autóctonas o extranjeras… Pero, ¿qué hay de los agresores? Pues bien, en 2013, en el País Vasco, 2.878 hombres agredieron a sus parejas o exparejas. El 30% de ellos tenía entre 31 y 40 años, aunque la incidencia también era alta en el grupo de edad entre los 18 y los 30 años. Si nos centramos en los datos de hombres que asesinaron a sus parejas o exparejas registrados en España durante 2015, el Ministerio de Sanidad nos dice que hasta ahora han sido 30. De ellos, 24 de nacionalidad española y 6 de otros países. Y hasta ahí. Poco más he podido encontrar sobre los maltratadores en las estadísticas. Es curioso, porque sin embargo de las mujeres víctimas de maltrato puedes saber cuántas de ellas son nacionales o de origen extranjero, puedes saber incluso cuántas son de países latinoamericanos, asiáticos, magrebíes o de otros países europeos. Parece como si el interés de las instituciones que emiten los informes se centrara más en conocer las características de las víctimas. ¿No sería más efectivo poner más el foco en los causantes, es decir, en los maltratadores? ¿Alguien cree que hallaremos la solución a este problema examinando con una lupa a las víctimas? De seguir así, la idea que terminará calando en la sociedad, si es que no lo ha hecho ya, es que AQUÍ EL PROBLEMA SON LAS MUJERES MALTRATADAS.
Advierto desde hace tiempo en las personas con las que me relaciono y en mí misma un cierto… no sé muy bien cómo llamarlo, hartazgo, rabia, impotencia ante el goteo constante de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. “¡Qué horror todo esto de las mujeres maltratadas!” Casi parece que ellas tuvieran la culpa. Su recuerdo constante nos agobia porque no sabemos cómo solucionarlo. Creo que deberíamos hablar del PROBLEMA DE LOS HOMBRES MALTRATADORES, LA LACRA DE LOS HOMBRES MALTRATADORES.
Otra afirmación muy popular, que también culpabiliza a las víctimas es la siguiente: “Es que también hay cada una… Ya dicen los expertos, que hay mujeres que repiten siempre el mismo patrón al emparejarse”. Seguro que lo habéis escuchado o dicho en alguna conversación. No sé muy bien de dónde sale tal afirmación ni qué hay de cierto, pero respecto a lo que no hay ninguna duda es al hecho de que LOS MALTRATADORES SÍ QUE REPITEN SIEMPRE EL MISMO PATRÓN DE AGRESIVIDAD Y VIOLENCIA. Pero eso no es algo que escuche en las conversaciones.
La solución al maltrato parece descansar en el tejado de las mujeres. Se nos aconseja estar atentas a las señales, a los indicios que alertan de que un hombre puede ser un potencial maltratador. Pero esos consejos solo sirven para que Amaia, Teresa o Rocío, que han estado atentas, esquiven el problema y que LAS MALTRATADAS SEAN FINALMENTE OTRAS SUSANAS, AGURTZANES O CRISTINAS que no pudieron, no supieron o no quisieron escapar a tiempo. Cambian los nombres, solo eso. Porque esos hombres no desaparecen por arte de magia. Los maltratadores seguirán su camino, pulularán por nuestras calles tratando de emparejarse, y habrá víctimas. Esos consejos solo son útiles a título personal, no puede ser esa la gran idea de las autoridades para acabar con este problema. No olvidemos que en muchos casos, la agresión o el asesinato tienen lugar precisamente cuando se rechaza una relación o se le quiere poner fin.
Se lanzan mensajes para que las mujeres que puedan estar sufriendo un caso de maltrato lo cuenten, lo denuncien, para que llamen al 016. Y está muy bien, claro que sí. Pero me pregunto si no debería de haber también CAMPAÑAS QUE APELEN DIRECTAMENTE AL MALTRATADOR. “Si eres incapaz de controlar tu ira, si tu carácter es agresivo y violento y crees que eres un peligro o puedes llegar a serlo para tu pareja y tus hijos, llama al teléfono xxxx”. No sé si ese teléfono recibiría muchas llamadas, pero sería sano verbalizarlo, una cuestión de higiene mental para la sociedad. Siempre reivindicamos que hay que dar visibilidad a la mujer pero en el caso del maltrato yo diría que la mujer-víctima está sobreexpuesta y sin embargo el hombre-maltratador está desaparecido, como si no existiera, como si las mujeres asesinadas murieran de causas naturales o las partiera un rayo.
En la Comunidad Autónoma Vasca los maltratadores con una condena por delito de violencia de género menor a dos años y sin antecedentes pueden evitar la cárcel si realizan un curso de reeducación. Se llama programa Gakoa y se extiende a lo largo de 12 meses. No tengo conocimiento de que en otra clase de delitos con violencia de por medio se ofrezca la REEDUCACIÓN PARA ELUDIR LA PRISIÓN y no entiendo por qué se hace en este caso. Personalmente creo que deberían cumplir la pena impuesta y además asistir al programa de reeducación. Soy muy escéptica con la reeducación de maltratadores, pero más vale intentar algo, a que salgan de la cárcel igual que entraron.
El Servicio de Atención a la Víctima del Gobierno Vasco, el SAV, avisó el pasado año a las víctimas, en 619 casos, de la excarcelación de sus maltratadores. Una medida que parece buena y mala a la vez. Algo chirria. Si las autoridades consideran que deben avisar a las mujeres es porque creen que corren un peligro. Y si creen que esos hombres representan un peligro, ¿por qué los dejan salir de la cárcel? Parece un cumplimiento de PENA COMPARTIDA. Primero el maltratador pasa una temporada en la cárcel y después la cárcel es para la víctima. Porque, ¿qué se supone que debe hacer esa mujer cuando recibe dicha llamada?
Reflexionando sobre el maltrato a mujeres me he encontrado con UNA PARADOJA. Hay mucha gente que rechaza la idea de que el maltrato sea una manifestación extrema del machismo. No quieren ni oír hablar del tema. Dónde vas, exagerada. Una cosa es que haya hombres que piensen que no debéis estar en un consejo de administración y que estáis genéticamente diseñadas para fregar y limpiar y otra muy distinta es que fuesen capaces de agredir, maltratar o matar a una mujer. Dicen que no, que se debe a causas generales, ya se sabe, este mundo cada día más acelerado, que nos tiene a todos locos, la competitividad en los trabajos, en la vida, somos todos cada vez más agresivos, vamos por la vida con el cuchillo entre los dientes, la crisis económica, el paro, los problemas nos asfixian… y alguno que no está muy equilibrado, llega un día en que se le va la cabeza y explota. Puede ser que confluyan varios factores, no lo niego, o que las dificultades económicas sean un detonante o un acelerante, pero estoy convencida, y así suelen decirlo las personas expertas, de que la desigualdad, el machismo, el considerar a la mujer como un ser inferior, está detrás del maltrato y de los asesinatos. Sin embargo, encuentro siempre a muchas personas dispuestas a afirmar que ahora hay más maltrato debido a los inmigrantes procedentes de países y culturas mucho más machistas. ¿En qué quedamos? SI EL MACHISMO ES UN FACTOR DETERMINANTE, LO SERÁ EN UNOS CASOS Y EN OTROS.
Volviendo al título ¿cuántos maltratadores hay en tu ciudad? Como decía al comienzo, en 2013, 2.878 hombres agredieron a sus parejas o exparejas en el País Vasco. Esos son los que están registrados por la estadística. Seguro que hubo más casos que no recoge ningún informe, pero que sin duda quedaron registrados sobre los cuerpos y las autoestimas magulladas de algunas mujeres que mantuvieron los hechos en secreto. Cuando era joven, a los 20 o 25 años, pensaba que los casos de maltrato eran casos aislados, una rareza. Ahora tengo la sensación de que hay muchos maltratadores y que emparejarse es una puñetera ruleta rusa.
Hoy, martes, 6 de octubre es un día de esos días de triste recuento, un día negro. En menos de 72 horas, TRES HOMBRES HAN ASESINADO, PRESUNTAMENTE, A TRES MUJERES en un nuevo episodio de violencia machista. En lo que llevamos de 2015, 30 hombres han asesinado a sus parejas o exparejas en España. El número podría ascender a 39 de confirmarse estos 3 nuevos casos y otros 6 que están en investigación. Hay que saber más sobre los maltratadores y/o asesinos. Cómo se crean estos monstruos y en dónde pueden estar las posibles soluciones. En mi próximo post me gustaría tratar estas cuestiones. De momento, Almudena (asesinada en Bizkaia), Silvina (asesinada en Vigo), y la mujer asesinada en Murcia, de la que aún no han dicho su nombre, descansad en paz. El resto, todos y todas nosotras, y desde luego las autoridades que tienen competencias en esta cuestión, no deberíamos descansar en paz. Queda muchísimo por hacer.
María Puente
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Gracias María.
Esclarecedor.
Enhorabuena.
Azul.
Gracias a ti, Azul, por seguirnos y estar siempre atenta. Un abrazo.
Eskerrik asko María! Estupendo y removedor artículo…Totalmente de acuerdo en todo y además sacas a la luz muchas de las trampas no gratuitas con las que se enfoca la violencia machista, agresiones y asesinatos de mujeres a manos de hombres…Efectivamente ¿dónde están los informes que miden los datos de los agresores y no de las víctimas? ¿Dónde está la indignación y denuncia política y mediática? ¿En qué quedan las medidas con las que se está enfrentando desde lo público y lo colectivo? ¿Cual es el alcance real de las mismas? ¿Cómo se está trabajando todo ello a nivel educativo? ….
No me cabe duda que las soluciones reales y a largo plazo deben pasar por un cambio radical de esta sociedad y cultura machista, desigual y patriarcal en la que vivimos y a la que nos seguimos enfrentando día a día. Pero mientras tanto…..nos están matando.
Es verdad, mientras tanto nos están matando. El problema es complejo, no digo que haya soluciones fáciles a corto plazo, pero la educación en igualdad parece la mejor fórmula a medio y largo plazo. En el corto plazo, no sé por qué no se hace más uso de la tecnología para avanzar en el terreno de la seguridad. Oímos hablar de que existen dispositivos pero no parece que se terminan de aplicar o de aplicar bien. Dispositivos que por cierto deberían llevar los agresores para asegurar su control y no las víctimas como suelo leer que ocurre. Mujeres con órdenes de alejamiento para sus parejas o exparejas que son citadas en los juzgados el mismo día y hora que su agresor por falta de coordinación exponiéndolas al peligro… Se lo escuché contar el otro día a una mujer maltratada en una entrevista de radio, una mujer que relataba su periplo plagado de despropósitos burocráticos y de mala gestión. Hay mucho por mejorar. Además, hay muchas cosas que se dicen y suceden todos los días en nuestra sociedad que abonan el terreno del machismo y por tanto del maltrato y que no deberíamos permitir. Sobre esto me gustaría hablar en el próximo post, así que no me extiendo. Muchas gracias por seguirnos y comentar. Un abrazo, Olatz.
Gran reflexión, compañera. Un texto que provoca y conmueve. Hay que seguir, hay que seguir. Por ellas, por nosotras, por toda la comunidad. Gracias, María. Aplausos por tu post.
Muchas gracias por este artículo María. Es un punto de vista muy interesante ya que, vuelve a evidenciar que el tratamiento actual de la violencia de género, aunque se la califique de lacra de la sociedad, que, desde mi punto de vista, lo es, se sigue considerando un problema de las mujeres y que son ellas las que tienen que poner los medios y las soluciones. Es decir, una prueba más del machismo.
Así es, Raquel. Es un asunto que nos atañe a todas y a todos. Hay que hacer de ello una prioridad para las sociedad, para el gobierno y los gobiernos en general. Hay que poner a todo el mundo a pensar, a trabajar en las soluciones. Y hay que poner recursos y aplicar bien cosas muy sensatas que ya se han pensado pero que no se terminan de hacer bien por falta de medios, por descoordinación entre unas instituciones y otras. Esto no se puede acometer a medias tintas, ni dejarse para mañana. Muchas gracias, Raquel, por seguirnos y por comentar en nuestro blog. Un abrazo.
Mil gracias Macarena. Como tú dices, por toda la comunidad. Esto no es un tema de mujeres. Que se lo pregunten a todos esos hombres que forman parte de la vida de las mujeres maltratadas o de las mujeres asesinadas. Todos esos padres, hermanos, hijos, amigos, novios que las quieren y que sufrirán lo indecible si saben que están siendo maltratadas o quedarán devastados por su asesinato. Y por todos los hombres que no son maltratadores, que afortunadamente son la mayoría, y que, imagino, sentirán también rabia e impotencia cuando escuchan estas noticias. Un abrazo, compañera de blog.
Que pena de verdad…que pena. ¿Qué falla? ¿Qué estamos haciendo mal para que esto no termine?
Queda mucho por hacer pero lo conseguiremos!
Gracias por tu post
Ojalá lo supiera, no soy una experta en el tema, pero soy una persona observadora que reflexiona sobre las cosas que suceden a mi alrededor y esta cuestión de los asesinatos de mujeres es algo que llama siempre mi atención y me llena de rabia y de impotencia como veo que te pasa también a ti. No quiero ser tan osada como para pensar que tengo la solución, pero sin profundizar y de una forma breve y rápida diría dos cosas fundamentales:
-Que los asesinatos de mujeres por el hecho de serlo estuvieran en el primer lugar de la agenda de las autoridades que nos gobiernan. Lo primero, como lo sería si hubiera de pronto un atentado terrorista. en este caso, un atentado detrás de otro. La misma importancia, la misma dedicación, el mismo compromiso y recursos asignados…
-En el largo plazo, educación en igualdad desde pequeños. Aunque se ha mejorado, sigue sin haberla completa y real. Como dijo la ex directora de Emakunde y profesora de la Universidad de Deusto María Silvestre en el acto de nuestro segundo aniversario, la educación no es solo lo que se dice, es sobre todo lo que se hace. Si las niñas y niños ven que el padre no se ocupa de las tareas domésticas, ve que es su madre quien organiza las meriendas, se ocupa de tener a punto sus mochilas, de organizarles sus cosas, sus visitas médicas, la limpieza y en general quien se ocupa el hogar, por mucho que les estés contando que todos somos iguales, que respetes a las mujeres como tus iguales… al final aprenden de lo que ven, del ejemplo, de lo que ven hacer en su casa.
Muchas gracias Esther por seguirnos. Un placer contar con tu participación.
Gracias por compartir tus interesantes reflexiones.
Reconozco que leer tu post me genera temor por nuestras hijas, pero no quiero quedarme paralizada por ello.
Apoyo la idea de focalizar la atención en los maltratadores, desenmascarar sus historias, informar a la sociedad de sus perfiles biopsicosociales. Queda mucho por hacer. Golpe a golpe, verso a verso…
Gracias Elena por tus palabras. De verdad creo que hay que cambiar un poco el chip y volcarse en estudiar con lupa a los maltratadores y sobre todo en educar para que no se formen esos maltratadores. Hay que ir a la causa y a los causantes. Todo lo demás es poner parches, tiritas y salir del paso. Sin duda también es muy necesario porque las mujeres que están en peligro necesitan medidas urgentes, ya.
Gracias por leer el blog y participar con tus comentarios. Nos vemos por Doce Miradas. Un abrazo.
Gracias María por tu profundo y estremecedor post. Desgraciadamente, lo leemos casi a diario en la prensa, pero verlo plasmado en
las líneas que has escrito nos hace reflexionar mucho más sobre este tema tan dramático que existe en nuestra sociedad. Tienen
que cambiar muchas cosas para que el hombre deje de ser el macho todopoderoso; una de ellas es la justicia, que deja mucho que
desear. Yo creo que la educación dentro de la familia también nos ayudaría a mejorar «el árbol desde la raiz».
Me encantan tus posts. No dejes de hacernos disfrutar. Un fuerte abrazo
Muchas gracias, Pilar, por el apoyo. Un post sobre este tema resulta por fuerza estremecedor, porque la realidad lo es. La educación en la familia y en las escuelas es en donde ponemos siempre las esperanzas. No queda otra. El problema es que nos creemos que ya tenemos una educación en igualdad desde hace muchos años, que esa es ya una prueba superada, pero si profundizas un poco, te das cuenta de que no es así. Hay que revisar muchas cosas y hacer cambios. Un abrazo y mil gracias por tus palabras.