12 miradas oblicuas
24/11/2015 en Miradas invitadas
Asier Gallastegi (@asiergallastegi) – Soy consultor sistémico, formador y coach, especializado en el trabajo desde de la perspectiva sistémica en el mundo de la gerencia, la acción social y comunitaria, los procesos de innovación y el uso de nuevas tecnologías. También soy Profesor en la Universidad de Deusto.
Llegaba el momento de escribir este post. La responsabilidad de acertar, de proponer un texto a la altura de esta casa, estaba convirtiéndose en una especie de monstruo morado de 12 cabezas. Quisieron las musas, ellas, aparecer en forma de lectura nocturna. Georgs Perec en su “Pensar/Clasificar” tras explicar 1.000 maneras de ordenar una biblioteca comenzaba un segundo capitulo con el título que le robo para este post: ’12 miradas oblicuas’. Me regalaba otra manera de escribir, una manera más pequeña, sencilla, una docena de miradas en lugar de una mirada para las doce.
1. Poseer la verdad mata la verdad. Así lo escribe Nuccio Ordine en ‘La utilidad de lo inútil’. Y continúa: ‘Porque creer que se posee la única y sola verdad significa sentirse con el deber de imponerla, también por la fuerza, por el bien de la humanidad (…) quién está seguro de poseer la verdad no necesita ya buscarla, no siente la necesidad de dialogar, de escuchar al otro,..’. La exploración, el esbozo y el balbuceo son la manera de respetar la realidad en su complejidad y lanzarnos a explorarla, para entenderla, entendernos. Yo no sé sobre todo lo que os cuento y voy a seguir sin saber.
2. Penes de baño publico. Hace unos días, mientras una mujer dibujaba una gran fruta roja otros dos compañeros completaron su dibujo como si fuera una gran vulva. Era parte del juego y era divertido. A estos se sumaron dos espontáneos que macerados en alcohol y envalentonados por tantas cosas comenzaron a dibujar penes, de esos que adornan los baños públicos, a diestro y siniestro borrando sonrisas y provocando asco. Al día siguiente descubro a Marion Fayolle y sus dibujos de encuentro, placer, juego sexual creativo,… Una linea sobre un papel puede construir emociones y realidades tan diferentes.
3. Violencia. Hace unos días, entraron en una discoteca y mataron a más de 80 personas. Dos días más tarde, los responsables del país dónde ocurrió esta barbaridad lanzan bombardeos en otro lugar del mundo y lanzan a su policía en la periferia de su capital buscando que los responsables paguen con la misma moneda, su vida. Por cierto, los primeros gritaban, mientras disparaban, que respondían a la violencia de los segundos. No dejo de preguntarme, ¿qué podríamos hacer diferente? En este año, 2015, han muerto más de 50 mujeres asesinadas sólo en España. ¿Qué país invadimos?, ¿a quién bombardeamos? No dejo de preguntarme, ¿qué podríamos hacer diferente?
4. Competencias para emprender siendo mujer. Me ocurrió hace unos meses dinamizando una mesa de trabajo. Escuchaba sobre las dificultades vinculadas al emprendizaje desde las mujeres. El rosario de competencias que aparecían en la mesa no se me hacían nada atractivas. La sensación era la de estar pasando de un traje que ya no servía, pasado de moda, a alguien que llegaba más tarde. Una amiga que sabe mucho más que yo sobre estos temas, y varios otros, me dice ‘Dejarnos llegar y ya decidiremos que hacer’. Yo me aparto, también yo experimento a probarme otras vestimentas.
5. Cristalero de techos. No saber significa también dar un lugar a todo lo que de manera consciente e inconsciente estoy haciendo para que este contexto tan enloquecedor siga desarrollándose como moho en yogur. A veces me gustaría ser más consciente, sobre todo por el dolor que provoco. Hay gente que queriendo hacer las cosas bien las hace realmente mal. Otras me descubro queriendo esa imperfección. Como si ser correcto también pudiera ser una suerte de machismo. Ya sé que es extraño, ya se que suena difícil… Si pudiéramos convivir con nuestras sombras no correríamos a la luz que las alarga.
6. Hay un enemigo que se llama rendimiento. Millones de cabezas y corazones que van un poco más lento que sus pulgares. Dedos ‘gordos’ adelgazando que envían mezclados mensajes del mundo de lo que produce y de lo que reproduce sin distinción y sin mirar horas y días. Desbordados los ríos e inundados los terrenos con la fuerza de las tierras fértiles tras la lluvia y con la presión del rendimiento permanente. Leer a Byung-Chul Han es de una dureza dulce por lo lúcido. Escribe del exceso de positividad, del emprendizaje y la eficiencia como un enemigo interno. ‘De este modo, se sustraen de cualquier técnica inmunológica destinada a repeler la negatividad de lo extraño’. Cuidado.
7. En red Conectadas. Asistiendo sorprendidos a la fuerza de las personas conectadas. No es comunicación, son personas viviendo, trabajando, aprendiendo y compartiendo sus aprendizajes. Personas conectadas con sus pasiones, corazonadas colisionando, encuentros líquidos que erosionan cauces. Hay algo que coge forma, no como acumulación de fuerzas sino como inteligencia colectiva. Otras maneras de ser social y política diferentes a las que se construían a golpe de tiempo robado al cuidado. Esta ocurriendo.
8. Periferias. La nueva realidad, la que va a hacer y esta haciendo nuestras vidas más felices, esta ocurriendo ya. Como todas las ciudades tienen sus ruinas y todos los muros sus grietas, en esos lugares esta ocurriendo ya lo que a veces esperamos que ocurra de una manera más central. Lo que nos importa, desde la vivencia de los desajustes, rara vez ocurrirá en mitad de la plaza, será en la periferia. No hay una alternativa, es un mar de alternativas.
9. Coeducación. Debió de ser en el primer minuto. Cogí a mi hijo y lo elevé con más fuerza de lo que lo hice con mi hija hacía 4 años. Tenía que ver con el desparpajo de la experiencia parental y además, muy seguramente, porque era un hombre, o eso le atribuimos. A mí también me reconocieron así y quizás también me sacudieron más fuerte, o esperaron mucho, o proyectaron lejos, en la esfera de lo publico, que le llaman. Por mucho que me lo pregunto no entiendo su pasión por el fútbol. Estaremos presentes. A veces solo se trata de dejar estar y proponer piñatas con forma más humana.
10. La fantasía de la dualidad. Hay parte de la pelea que la vivo como una trampa. ¿Es esta una batalla entre hombres y mujeres? Y no hablo de encontrar enemigos comunes, que los encontraríamos con cierta facilidad y pudieran ser elementos interesantes a rescatar. Pienso en una mirada que diluye los sexos y los géneros en un continuo con todos los colores y sabores. Hoy utilizando aun nombres que siguen intentando atrapar a lo que todavía suena extraño; mañana sin necesidad de palabras para orientaciones sexuales y corporalidades, cualquiera que sea su concreción. Las fotografías diversas y con el zoom suficiente son las que nos permiten ver los juegos y no volver a repetirlos.
11. Innovación Social. Le estoy dando vueltas a estas dos palabras cuando van la una junta a la otra. Creo, cada vez con más fuerza, que se trata de un concepto en conflicto. Para mí, hablar de cambiar y conservar, de fuera y dentro, de cabeza y corazón… Me sigo peleando cuando alguien no ve el potencial de lo nuevo y lo abierto y también, en el ultimo tiempo, aprendo a escuchar con respeto y afecto sus argumentos. Y cuando exploro este encuentro/desencuentro rescato la necesidad del viaje, del proceso, de caminar conversando, visitando las habitaciones dónde se encuentran los polos para poco a poco hacer el trayecto más corto, más integrado.
12. Rendición. Me rindo. Rendirme es para mí decidir no hacer fuerza, no resistirme. Estaré por aquí y encantado de conversar con quienes queráis comentar este post. Lo que ya os avanzo es que no voy a pelear. Creo que bajar los brazos es el mejor ejercicio para contribuir a cambiar las rutinas y los círculos que hacen que todo siga igual. Lejos de pretender cambiar a nadie, escucharé las criticas como voces que me dicen algo que yo, desde el lugar en el que estoy, no puedo escuchar ahora. Las entenderé como la concreción aquí y ahora de vuestras historias personales, como lo son estas ideas de la mía. El objetivo es ambicioso, vamos lejos, caminamos despacio. No tengo bandera pero esta semana suena este himno.
Eskerrik asko doce miradas. Hoy oblicuas.
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LLego y me zambullo en una de esas oblicuas miradas tuyas de hoy, Asier. Así, casi sin constancia de querer, me engancho con tu tercera y oblicua mirada. Mañana, 25 de noviembre. Fogonazo interno. Retumban aún dentro de mi los ecos de quienes el pasado 7N ocupábamos las calles madrileñas contra la violencia machista y, apenas horas después, dos compañeras más caían en un campo de batalla sin patria ni frontera. Nadie se levantaba contra esas muertes. Nadie exigía una inmediata respuesta. Nadie ponderaba esos dos nuevos números…¿nadie?. No es cierto, pero la respuesta institucional no llega. No interesa. ¿No interesa?. Conecto de nuevo con otra de tus miradas, «en red conectadas» (…) Hay algo que coge forma, no como acumulación de fuerzas sino como inteligencia colectiva. Otras maneras de ser social y política diferentes a las que se construían a golpe de tiempo robado al cuidado. Esta ocurriendo. Me engancho a ello: ESTÁ OCURRIENDO; tenemos un propósito común y en el momento en el que todas las miradas, oblicuas o no, confluyan en ese propósito común conseguiremos que #NiUnaMenos sea una realidad, líquida, por supuesto…;-). Gracias por tu no rendición al gran reto de dejar aquí tu huella. Todo un placer leerte.
Eskerrik asko Ane. No tengo certezas. Creo que la violencia machista es un proceso muy complejo. Ante semejante brutalidad es clave mostrar nuestro más profundo rechazo. Y además ¿que más cosas podemos hacer? Han sido muchos años trabajando con familias en situación de vulnerabilidad. Quiso la suerte que mucho de ese trabajo fuera con mujeres. Y me toco asistir a situaciones insostenibles. Mi experiencia me dice que muchas veces el trabajo que planteamos lo hacemos de espaldas a sus parejas, que por maltratadoras, por agresoras, no se merecen un hueco en nuestro mapa. Y muchas veces, después de un intensisimo trabajo con estas mujeres volvían a convivir con aquel que les habia hecho daño. Esta es la experiencia con la que me conecto para entender que estos procesos son complejos, muy complejos. Y que las propuestas que utilizamos para denunciar otras violencias, y en otros momentos, pueden ser una linea de trabajo interesante siempre y cuando activemos otras miradas y acciones. Esto me sale comentar. Eskerrik asko Ane