Señalar con el dedo, ¿un gesto de mala educación?
19/05/2015 en Doce Miradas
Según demuestra un estudio de la Universidad Pompeu Fabra, el gesto de señalar es el primer movimiento comunicativo que los humanos somos capaces de entender y que comienza a la edad de nueve meses, mucho antes de hablar, cuando apenas balbuceamos. ¿Qué sentido tiene? Llamar la atención de quien nos rodea sobre un objeto, sobre un peligro o sobre algo que nos sorprende. Podemos decir que puede traducirse en un sencillo: «Mira esto, eso o aquello». Esta es la forma en que aprendemos los nombres de muchas cosas, señalándolas para que alguien nos diga cómo se llaman.
Desde pequeña me enseñaron que apuntar con el dedo es de mala educación. Un gesto natural e inocente, que forma parte de nuestro repertorio infantil, se transforma en una expresión antipática e incómoda. Y, a partir de entonces, nos quitan la costumbre a manotazos.
Hace un par de semanas, me sorprendió un artículo publicado en eldiario.es sobre una revista científica que aconsejaba a dos investigadoras trabajar con hombres para mejorar la calidad de su trabajo. La investigación, para más dato, trataba las “diferencias de género e indagaba en la razón por la que tan pocas biólogas doctoras consiguen puestos relevantes”. Una de las conclusiones apuntaba a que el techo de cristal se debe a un sesgo de género.
El revisor de la revista PLoS One no sólo cuestionó la existencia de sesgo de género en la investigación realizada, sino que se atrevió a señalar [con el dedo] una de las asombrosas razones por las que hubiera tan pocas biólogas doctoras: “Quizás el 99% de las mujeres deciden invertir más tiempo en el cuidado de sus hijos, en lugar de tratar de conseguir una posición en la cima de su campo de investigación».
Las dos investigadoras decidieron señalar [con el dedo] a la persona protagonista de tamaño disparate. ¿Cómo lo hicieron? Comenzaron a publicar en Twitter algunos de los comentarios del revisor, que pocas horas después era cesado en el desempeño de sus tareas. ¿Qué pretendían las investigadoras? Para empezar, llamar la atención de quienes les rodeaban sobre un comportamiento poco defendible. Claro está que, gracias a la teoría de los seis grados de separación impulsada por Internet y las redes sociales, podemos hacernos una idea del número de personas que les rodeaba y del impacto de la acción. Pero no sólo se trata de un acto de atención conjunta, sino también de poner nombre a lo ocurrido y hacerse preguntas, ésas que dan valor a algunas personas y que molestan a otras.
Señalar [con el dedo], ese gesto tan feo, se convierte en una poderosa herramienta para replantearse la realidad. Sin embargo, hacer uso del “dedo apuntador” incomoda tanto a la parte que señala como a la que es señalada, aunque no de la misma manera.
Podría ser que la misma norma social que impide el gesto simbólico impide también, en alguna medida, llevar a la práctica la visibilización pública de comportamientos que deben ser revisados y modificados. Quizás debamos explicar, a una edad adecuada, que señalar debe entenderse como un gesto de valentía que, pequeño o grande, ayuda a construir una sociedad más justa e igualitaria. Apuntar es sinónimo de capacidad crítica, algo que deberíamos trabajar desde edades tempranas con el conjunto de la comunidad educativa. ¿O es que también el espíritu crítico es incómodo?
Y, ¿qué hay de la parte señalada? La incomodidad de verse apuntado/a produce un movimiento que lleva a mejorar conductas e incluso implica tener que dar la cara y rectificar públicamente. Podrán decirme que rectificar bajo presión no tiene valor. Sin embargo, soy de las que opino que, en ocasiones, nos movemos por la inercia y necesitamos que alguien nos ponga la realidad delante de los ojos para aprender a nombrar y a preguntar. Lejos de la revancha, el acto de señalar tiene que ver con una actitud asertiva que lleva implícita la intención de escucha. Señalar es apuntar al conflicto y entenderlo como un proceso de cambio; por tanto, lejos de ser un signo de mala educación se trata de un ejercicio de responsabilidad.
Sigamos haciendo uso de este gesto comunicativo para llamar la atención, hasta los seis grados de separación, cada vez que encontremos sexismo en el lenguaje (no puedo evitar acordarme del “Cállate, bonita”, que se escuchó en el Parlamento andaluz dirigido a la portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez), cada vez que el cine, la televisión o los medios de comunicación refuercen estereotipos, cada vez que se formen gobiernos en los que las mujeres no estemos representadas, cada vez que brillemos por ausencia en eventos, jornadas o convocatorias, cada vez que la publicidad utilice a la mujer como reclamo, cada vez que se justifique la esclavitud de la prostitución, cada vez que…
Señoras, señores, les invito a comprometerse con el cambio y practicar el gesto de señalar, ese primer movimiento comunicativo que las personas somos capaces de entender.
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Esto sí que es desprogramar y reprogramar, cambiar de arriba a abajo el significado de un gesto tan básico.
Eso es hackear ¿no? Empezar por lo básico suele dar buen resultado, así que, sigamos practicando. Gracias por dejar tu comentario, querida Noemí.
Me ha encantado. A mí no me quitaron esa costumbre de pequeño y sigo señalándolo todo, a personas y a cosas, sobre todo a las que merecen ser señaladas por injustas. Y seguiré haciéndolo, claro.
Eres un claro ejemplo de las bondades de esta práctica, doy fé.
Yo, progreso adecuadamente. Mila esker, Mikel.
Genial, Arantza! Comparto punto por punto tu enfoque de la responsabilidad del «dedo señalador». No señalar significa escurrir el bulto. No tiene nada que ver con la «mala educación» (que más bien es una mala excusa para no hacerlo).
El día que aprendemos a repartir adecuadamente nuestra responsabilidad de reconocer y agradecer con la de contrastar y denunciar, estamos creciendo como adultos, en esta sociedad infantilizada.
Un abrazo!
Hay gente que señala, actitud derivada de su falta de conocimiento, de manera imprudente, perfil del narcisista.
Gracias Andoni 😉 Crecer supone una sucesión de duelo, tanto por lo que hacemos como por lo que dejamos de ahcer. Visibilizar el conflicto desde la empatia es una oportunidad. Pero ¡cómo cuesta!
Por mi parte, voy a intentar sentirme menos incómoda, practicando más.
Abrazo
[…] donde va: allí donde se sienta, señala con el máximo respeto y compromiso con la causa (leer a Arantxa Sainz de Murieta) y se pone a contar. Y como las cuentas no salían y siguen sin salir, […]
[…] Lo reconozco. No tenía gafas moradas. En ocasiones veía discriminación por género en situaciones cotidianas de mi entorno, pero callaba y asumía o adoptaba una postura de resignación, naturalidad o conformismo. O me daba pereza señalar con el dedo, como acertadamente proponía en su post Arantxa Sainz de Murieta. […]
COMPARTO ENTERAMENTE ESTE EXCELENTE ESCRITO SOBRE…… SEÑALAR.. CON EL DERO. Y NO ES UN ACTO DE MALA EDUCACIÓN. INCLUSO CUANDO ES EXPLÍCITO.
GRACIAS!!
Gracias Fabio or tu comentario. Un ejercicio que tenemos que seguir poniendo en práctica. Saludos.
No veo la razón por la cual una persona puede sentirse ofendida si la señalan con el dedo en forma inofensiva. En mi opinión resulta ser que la misma tiene muy baja su autoestima.
Yo sí señalo a una persona le pongo el dedo frente a él al hablar para demostrarle que no soy inferior a él y del mismo modo le hago ver su realidad de que está mal hubicado, aunque esto lo pone energúmeno
¿Qué clase de idiotez es esta? Me estaba replanteando el por qué de la «mala educación» de señalar con el indice y me doy de cara con esta burrada… Se nota que esta nota la hizo una mujer con la bazofia progre incrustada en la cabeza. No digas «empecemos a señalar con el dedo» cuando lo que las biólogas hicieron fue twittear, concuerdo con que es injusto y esta mal lo de excluir de un campo de trabajo por motivos que no estén ligados a la capacidad de ejercer correctamente sus funciones pero de ahí a decir burradas, por favor olvídate de ser periodista o alguien que influya en las masas y te lo pido por favor.
Para «mabel» que habla de autoestima de los demas, señalar con el dedo a alguien implica que estas tratando sobre esa persona y esa persona no tiene idea de por qué si no se le comunica el motivo, no sabe si estas hablando mal y ademas el uso de ese gesto en el pasado también fue algo no muy bonito y por eso inculcan que ser señalado es por algo malo. Es lo parecido a usar una esvástica nazi en medio de un poblado judío, anda a ver la baja autoestima de la gente ahí.
Me parece que es un acto que no desmerece a la persona que señalas, simplemente afirmas tu comentario.
El apuntar con el dedo, no me parece un gesto de mala educasion, solo apunta a corregir, actitudes y puntualizar hechos que se manifiestan extremadamente irritantes al dueño de ese dedito, que más que apuntar, hace en señalar, los ataques que está recibiendo, en solo acto de defensa.
Estoy de acuerdo gracias
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Señores por mi parte soy de la opinión que lo manifestado son comentarios sesgados, porque en sociedades machistas (como es mi pais) las mujeres que manejan personal, enfrentan este tipo de agresiones que empienzan con un dedo apuntador que contiene amenazas. Por ello todo en la lectura es relativo
Entre para buscar el significado sobre señalar con el dedo, y sorpresa!!!, me saco de las dudas….ahora entiendo el xq un candidato a presidente hizo ese gesto al actual, gracias. Saludos desde Argentina (2019)
Señalar es un acto de VIOLENCIA. Es descalificar al otro. Es un gesto con un significado muy agresivo, que busca culpar, u obligar de forma subliminal a otra la persona a que cambie su conducta, por medio de la descalificacion. Nada bueno puede surgir a partir de la violencia y no contribuye a la reflexión sana por parte del otro. Y el gesto de señalar viene de nuestro repertorio infantil, cuando señalamos objetos, por ende no puede tener lugar y aprobación en la adultez. Está nota progre no tiene coherencia ni sustento alguno. En una sociedad de valores la educación y el RESPETO están primeros.
Bravo al fin alguien coherente. No me parece que cuando te esta hablando tu hijito te recrimine algo y te apunte con el dedo con todo su coraje dentro
Gracias por atreverse a opinar distinto sobre esta manera tan agresiva de referirse a un otro.
Me hace pensar en una persona autoritaria que lo mas probable este tratando de justificar su propia accion.
La capacidad critica es necesaria para mejorar, pero tambien debe ser constructiva; señalar a una persona con el dedo solo para restregarle sus errores me hace pensar en la ley del espejo…»lo que ve del otro, mejorelo en usted mismo»
Bien ahí Mariano!
Pienso igual. Trabajo repartiendo cosas en una app de delivery y la verdad que cuando la gente de las tiendas de comida me señala con el dedo para preguntarme que número de pedido tengo hace que me hierva la sangre. Y hoy se lo dije cuando me pidió disculpas por la demora le dije, todo bien con eso, pero no me gusta que me señales con el dedo así: y lo señalé apuntándole a la cara como el estaba haciendo conmigo y entendió pero me hizo quedar como un loco a mí… O eso me pareció. El tema es yo no pienso dejar que nadie me señale con el dedo apuntándome a la cara es horrible la sensación
Excelente, ahora ya no corregiré a mis hijos después De haber leído este artículo ya que tenia la costumbre de llamarle la atención cuando lo hacía con la excusa de que era una mala educación ahora lo dejare ser libre de expresarse
A lo largo de la infancia crecemos y controlamos acciones emociones, gestos, habilidades, etc.
Aprendemos antes de señalar, a llorar para pedir lo básico:afecto materno con leche (o viceversa).
Aprendi que en una reuniòn algo crispada no me voy a poner a llorar, para razonar o pedir q consideren mi punto de vista. Tampoco obsequiaré a los asistentes con una olorosa deposición, para que sean conscientes de un error que molesta a medio departamento.
Señalar en tono agresivo, amenazador, chulesco, también es muy infantil. Hemos aprendido cienes de palabras, a argumentar, a utilizar sutilmente la ironía, a explicar con simpatía…
No es necesario recurrir a gestos innecesarios, que poco aportan, e incluso intimidan al personal. Y ¿en pro de qué? Si solo queremoss el mejor y menos crispado de los ambientes, serena y sabía comunicación.
Con la comunicaciòn no verbal ya tenemos comprobado que sustituye a la palabra más ofensiva para ese momento (cabròn, inútil, abusòn…). No sumemos a la comunicación ofensas, insultos, faltas de respeto.
Tan sencillo…