Mujeres de película, o no tanto
17/11/2015 en Doce Miradas
Me apasionan las historias reales, relatos sencillos que permiten conocer algo más de las personas que nos rodean. Lo percibo como una forma de reconstruir la identidad, un ejercicio que facilita el entendimiento y que ayuda a comprender y aceptar.
Quizás es por esta razón que recuerdo películas que contaban historias sencillas y actrices que interpretaban personajes con los que proyectaba mi imagen de adulta. Recuerdo, con total claridad, a Katharine Hepburn interpretando a Jo March en ‘Mujercitas’. Era la segunda de cuatro hermanas adolescentes, una chica decidida que quería convertirse en escritora y que se negaba a adaptarse a los estereotipos femeninos de su época. Era una joven con carácter fuerte y tenaz gracias al que consiguió publicar sus primeros cuentos en un periódico; también tenía un gran corazón, que salió a relucir cuando decidió cortar sus trenzas para que su madre pudiera visitar a su padre herido en la guerra. En ese momento yo quería ser Jo March, aquélla chica con ideas claras, con espíritu independiente y resuelto, incombustible en la pelea por conseguir su sueño. Todavía no era consciente del peaje personal que le supuso a Jo elegir un camino diferente al que le tenían encomendado.
En este viaje hacia el pasado, aparece con mucha fuerza una de mis favoritas, Pippi Långstrump (Pipi Calzaslargas), con su pelo rojo peinado en dos trenzas levantadas hacia arriba en señal inequívoca de su ‘ir contracorriente’. Una niña imaginativa y extremadamente divertida que caminaba hacia atrás, dormía con los pies sobre la almohada y era tan fuerte que podía levantar su caballo con una mano. Vivía sola, su padre era pirata y su madre había fallecido, algo que me entristecía y que, al mismo tiempo, me permitía comprender algunos de sus comportamientos. Verle en acción era una mezcla de sensaciones; lo transgresor de sus aventuras me atraía y, al mismo tiempo, estaba tan fuera de mi marco de referencia que no era capaz de repetir sus propuestas, ni en broma. Ahora, muchos años después, vuelvo a ver a Pippi en la televisión y pienso que algo quedó en mí de ese mensaje que invita a salirse del tiesto, a no seguir la norma establecida cuando crees en algo y a actuar movida por el convencimiento de que la realidad no tiene propiedad ni es una foto fija y, por lo tanto, poseemos habilidades suficientes para cambiarla si somos capaces de sumar esfuerzos.
Otro de los relatos que me cautivó, bastante más mayorcita, fue el de Hypatia de Alejandría en ‘Ágora’. Una historia, para mí desconocida, de la que es considerada la primera mujer científica -última directora de la Biblioteca de Alejandría-, una mujer culta y admirada por sus adelantadas conclusiones sobre los planetas, que se mantuvo firme en sus creencias y acabó apedreada con escarnio público por negarse al sometimiento. El relato me cautivó y me llenó de sombra por unos días; un relato que puede ser compartido por otras mujeres del mundo de las que nada se sabe excepto que mueren lapidadas en cumplimiento de penas que escapan a mi entendimiento.
Me pregunto cuánto habrá en mí de la tenacidad de Jo March, de lo transgresor de Pippi Långstrump o de la firmeza de Hypatia de Alejandría, si es que lo hay. Y cuánto del miedo a sufrir su destino ha hecho que me aleje de ellas. Podría pensar que son mujeres de película, pero ya sabemos que no lo son tanto.
Latest posts by Arantxa Sainz de Murieta (see all)
- Mientras ellos gobiernan, nosotras amamos - 18/02/2020
- Ponte en mi lugar - 16/07/2019
- Presta atención. En tu entorno hay un putero - 13/11/2018
Completamente de acuerdo. Solo añadiría a Mérida, la protagonista de Brave (Walt Disney y Pixar)…Una peli de dibujos que descubrí en el cine con mis hijos hace ya un tiempo. Y que me sorprendió gratamente. Y por supuesto, a quien me dejo con la boca abierta durante toda la película. Cuyo final aun hoy me sigue sorprendiendo….y eso que han pasado más de 20 años….»Thelma y Louise»…no tanto por la película en si, que es muy criticable, sino por lo que logran transmitir más allá del guión…
¡Gracias por internetear con nosotras! Yo también he visto Brave con mis hijas y, al igual que tú, me parece un buen referente para ellas. Vivimos en la escasez de referentes alternativos, no sólo para ellas/os, sino también para nosotras mismas.
En cuanto a Thelma y Louise, estuve tentada de incluirla pero tiene un toque que no acaba de convencerme. Lo que sí me gustó fue la complicidad mutua, la ayuda entre dos mujeres que se niegan a continuar soportando sus roles. Claro que, lo que se encuentran por el camino no invita a seguirles el ritmo.
Hay otra que siempre me ha gustado: Matahari. Es una figura que me revuelve y me atrae a la vez pero no me he parado lo suficiente para saber por qué. Seguiré buscando(me).
Abrazo.
Jo! Pipi! maravillosamente diferentes! Has citado a dos de mis heroínas infantiles. Tambien recuerdo a Barbra Streisand dando vida a la historia de Yentl una muchacha judía que consiguió acceder a la educación disfrazándose de chico. Historias ficticias o reales que nos recuerdan la importancia de creer en nosotras e impulsarnos hacia delante.
Elena, muy buena. Lo de tener que disfrazarse e chico es otro de los clásicos. También me gusta mucho tu propuesta; ya verás, poco a poco iremos sacando muchas más. Gracias por dejar tu comentario.