Fight like a girl. Mujer saharaui: tú me enseñaste a luchar

10/03/2020 en Miradas invitadas

María López Belloso (@mAryalbelloso).
Santurtzi, 1979. Estudié Derecho convencida de que la justicia era neutral. Sin embargo, unas vacaciones en paz me enseñaron que, como dijo Desmond Tutu, la neutralidad ante la injusticia es ponerse del lado de opresor. Por eso desde entonces trato como puedo de dar voz al pueblo saharaui, sobre todo desde las voces de las víctimas de violaciones de Derechos Humanos y de las mujeres

El conflicto del Sahara Occidental ha sido objeto de análisis desde distintas disciplinas por varias razones: la incapacidad de la comunidad internacional y Naciones Unidas por resolver un conflicto sobre el que el Derecho Internacional aplicable es claro, la dilatación del proceso de paz, o el expolio de sus recursos naturales. Sin embargo, si hay un elemento diferenciador de este pueblo del Norte de África, es el papel que han desempeñado las mujeres en su sociedad, y en su lucha por la independencia y la libertad.

Ya en las primeras aproximaciones desde el sector académico llamó la atención el rol que las mujeres desempeñaban en una sociedad tribal. Durante la época colonial el papel de la mujer saharaui llamó ya la atención de investigadoras como Dolores Juliano, que en su libro “La Causa Saharaui y las mujeres”[1] ya identificó la especificidad de la mujer saharaui[2] .

Sin embargo, hoy no pretendo hacer una revisión bibliográfica de la cuestión saharaui y la situación de las mujeres, sino rescatar a mujeres concretas, iconos de la lucha de un pueblo, que evidencian en primera persona la singularidad de esta sociedad y de la lucha de sus mujeres. 

1.- Luchadoras a través de la cultura (cultural fighters)

No hay mejor homenaje ni reconocimiento que el que realizan un hijo o una hija a sus madres, y el mejor ejemplo de la singularidad de estas mujeres durante el periodo colonial lo encontramos en el tributo que Bahia Awah rindió a su madre, Jadiyetu Omar en su libro “La maestra que me enseñó en una tabla de madera”. En este libro Bahia destaca la figura de su madre, poetisa, mujer culta e intelectual que utilizaba los recursos de su época y su sociedad nómada para transmitir el conocimiento a su hijo. Otro claro ejemplo de aquellas mujeres cultas y trasmisoras de la cultura y los valores tradicionales es Fatima Brahim, madre de la cantante saharaui Um Rguia. Esta cantante convirtió un poema de su madre ante el inminente abandono de España al pueblo saharaui en una canción: “Sahara ma Timbá” (el Sahara no se vende) en un icono de la lucha de la liberación nacional. Mariam Hassan, la gran dama de la canción saharaui también huyó de la invasión con 17 años, y dedicó gran parte de su discografía a resaltar la figura de la mujer saharaui y a difundir la lucha de su pueblo en distintos países, haciendo de la música su campo de batalla contra la ocupación marroquí. 

2.- Luchadoras del cuidado (Care givers)

Con  la invasión marroquí y mauritana del territorio, la población saharaui huyó despavorida por el desierto hacia Argelia. Se ha resaltado el papel que jugaron las mujeres en la construcción de los campamentos de población saharaui y la asistencia a la población en estos momentos de emergencia. Sin embargo, además de esta importante labor en momentos tan traumáticos como los bombardeos de Um Draiga, Guelta o Tifariti, las mujeres saharauis también fueron víctimas y luchadoras por la causa saharaui.  Como relata Carlos Martín Beristain en su libro “Los otros vuelos de la muerte”[3], durante esa huida se cometieron terribles ataques contra la población que huía aterrada, en los que mujeres saharauis como Chaia Abeidala , enfermera saharaui que murió en el ataque al dispensario médico de Um Draiga. 

3.- Combatientes (combatants)

Mientras mujeres como Chaia ayudaban en la huida y en los primeros momentos de construcción de los campamentos de población refugiada, otras mujeres como Nueina Djil se convertían en iconos de la lucha de su pueblo a través del objetivo de la cámara de la fotógrafa de guerra francesa Christine Spengler.  Aquella fotografía proyectaba la imagen de una mujer saharaui, combatiente y madre, alejada de la tradicional imagen de subyugación de las culturas islámicas, y de las aproximaciones tradicionales al papel de las mujeres en los conflictos, que como explica Irantzu Mendía, se limitan a visiones de la mujer como víctima de los conflictos, obviando que también las mujeres son “sujetos de acción” en los mismo. En la actualidad, Nueina  dirige la escuela Militar de Mujeres del Sáhara inaugurada el 13 de abril de 2018.

4.- Defensoras de los derechos humanos (Human Rights activist )

Aquellas que no pudieron huir del territorio, se quedaron al albor de una cruenta invasión que atacó todo símbolo de la identidad nacional saharaui y, por tanto, se convirtieron en víctimas de detenciones arbitrarias, desapariciones y torturas. Describir a figuras como El Ghalia Djimli, las hermanas Salka y Mamia Salek, Dagja Lachar y como no, Aminetu Haidar, me resulta especialmente emocionante. Como he señalado, de entre todas las mujeres saharauis, Aminetu Haidar se ha convertido en un icono de la lucha pacífica del pueblo saharaui. Su historia de torturas y violencia tras permanecer desaparecida durante 4 años la convirtió en una de las activistas más destacadas, a quien organizaciones como Amnistía Internacional o HRW apoyaron. Sin embargo, fue en 2009 cuando la figura de Aminetu Haidar se convirtió en una leyenda. Cuando volvía de Nueva York de recoger el Premio al coraje civil de la Train Foundation, fue detenida en el aeropuerto de El Aaiun y expulsada a Lanzarote, por negarse a completar en la documentación administrativa la casilla referente a su nacionalidad como nacionalidad marroquí. En el aeropuerto de Lanzarote, Aminetu inició una huelga de hambre que sostuvo durante 32 días, poniendo en jaque a la diplomacia marroquí, española y Europea. Finalmente, tras la presión de EEUU, la UE, Francia,  y Naciones Unidas, Marruecos le permitió regresar al territorio. Tras este suceso, la figura de Aminetu Haidar ha seguido ganando notoriedad y seguir acumulando reconocimiento, habiendo sido galardonada en 2019 con el premio de la fundación Right Livelihood Award, considerado como el premio Nobel alternativo.

El nuevo gobierno nombrado por el presidente Brahim Ghali tras su reelección en el congreso cuenta con 4 ministras entre sus 20 componentes (un 20%), con representantes como Jira Bulahi, ex representante del Frente POLISARIO en España, Suelma Beiruk, ex parlamentaria africana representante de la RASD o Fatma ElMehdi, ex presidenta de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS). Fatma el Medhi fue además la primera mujer en formar parte de la delegación del Frente POLISARIO en las últimas negociaciones entre las partes en Ginebra.  Este nuevo gobierno tiene ante sí retos muy importantes, como el desbloqueo de las negociaciones de paz, el expolio de los recursos naturales del territorio y la estrategia marroquí de anexión de sus aguas territoriales o las violaciones de derechos humanos en los territorios ocupados. También tiene retos a nivel interno, como gestionar el hastío de la población refugiada y las reclamaciones de la vuelta a las armas o las constantes reducciones de la ayuda humanitaria que ponen en riesgo el abastecimiento de la población refugiada. Para hacer frente a todas estas cuestiones, el Frente POLISARIO y el pueblo saharaui tienen que incluir a todas y cada una de las mujeres saharauis que siguen siendo activas en la defensa de su pueblo. El reemplazo está garantizado en los distintos sectores: jóvenes activistas como Hayat Erguibi o Mahfuda Bamba Lefkir siguen denunciando las continuas violaciones de derechos humanos en los territorios ocupados, afrontando por ello agresiones y encarcelaciones; Azziza Brahim sigue el camino de Um Rguia o Mariam Hassan difundiendo la cultura saharaui en distintos foros internacionales, a pesar de los vetos y las amenazas. Una nueva generación de poetas, la generación de la amistad,  cuenta con la pluma de Zahra Hasnaui para continuar escribiendo versos con nombre de mujer Jóvenes diplomáticas como Maima Mahmud ejercen con autoridad la representación de su pueblo ante los organismos internacionales. Periodistas como Ebaba Hameida o Nazha El Khalidi, colaboradora con la organización  Equipe Media que en 2019 recibió el Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado siguen difundiendo la causa saharaui. Incluso mujeres  como Iauguiha Mohamed Embarek que limpian el suelo adyacente al muroque separa el territorio ocupado del denominado “territorio liberado” de minas antipersona.Todas estas mujeres siguen conjugando en voz activa su papel en la lucha por la libertad de su pueblo y son el ejemplo claro de que cualquier solución al conflicto saharaui, tiene que contar también con sujetos en femenino, pero no porque el lenguaje inclusivo sea políticamente correcto, sino porque son agentes reales de la lucha de su sociedad y su pueblo. Todas ellas “luchan como mujeres” reales, heroínas de diario en un conflicto alejado de las cámaras y de la atención internacional, y en el que “lucha” de mujeres reales marca la diferencia. Todas ellas, en mayor o menor medida ponen rostro a la demanda de un pueblo que desde hace más de  45 años se enfrenta al abandono y el olvido. Todas y cada una de estas mujeres luchan como ellas saben y pueden para contribuir a la liberación de su gente. Todas y cada una de ellas, y todas las mujeres anónimas que sobreviven en los campamentos de población refugiada o en los territorios ocupados son el rostro de una guerra que no puede ganarse sin contar con las mujeres.


[1]                              Dolores Juliano (1998) La Causa Saharaui y las mujeres. Siempre fuimos tan libres. Ed. Icaria, Madrid, 1998.

[2]                              La realidad de estas mujeres durante la etapa colonial y el papel desarrollado por España, potencia administradora del territorio, ha acaparado recientemente la atención de investigadoras como Rocio Medina Martín, profesora del área de Filosofía del Derecho de la Universidad Pablo de Olavide, o Enrique Bengoechea que han analizado cómo afectó la presencia española a la mujer saharaui

[3]                              Carlos Martín Beristain (dir) (2015) Los otros vuelos de la muerte. Bombardeos de población civil en el Sáhara Occidental, Ed. Hegoa, UPV-EHU y Asociación de amistad con el pueblo saharaui de Sevilla

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