Ponerte las gafas moradas es sufrir, en cierta medida, el día de la marmota. Ése en el que no dejas de escuchar una y otra vez ciertas frases y afirmaciones. Como soy de las que trata de tomárselo con humor para no acabar agotada (aunque os confieso que no siempre lo consigo), he decidido ponerme ...read more...