Tengo 50 años. En una pata. Y en la otra, también. 50 añitos que de repente han aparecido en mi vida sin que yo me haya dado cuenta. Me da la sensación de que estaban escondidos detrás de una esquina y de repente, una mañana aparecieron como diciendo ¡¡¡sorpresaaaaa!!! y me los tuve que comer ...read more...