De las musas al teatro
29/10/2013 en Miradas invitadas
Guillermo Dorronsoro (@guillerdorron) es Decano en Deusto Business School y Vicepresidente de IK4 Research Alliance. Escribe todas las semanas en Euskadi, Thought&Made, un blog que habla de ciencia, de tecnología y de industria, y del segundo Renacimiento que necesitamos. Es de Sestao, aunque le acaban de dar doble nacionalidad azortzitarra por todas las horas que lleva recorriendo la A8.
Seguro que has oído hablar de las musas. Aunque pocas personas son capaces de recordar el nombre de las nueve musas canónicas, saben qué poetisa fue bautizada como la décima, o reconocen la etimología de la palabra museo (o la inglesa amusement).
Se va perdiendo la costumbre de invocar su ayuda al principio de las obras (Ulises o Dante, por ejemplo, comienzan su relato pidiendo su inspiración). Antes se cuidaban estas cosas, y en una de estas citas fue Lope de Vega quién consagró en un verso la expresión que quizá ahora más nos las recuerda “de las musas al teatro”.
No siempre tenemos esa capacidad de aterrizar los consejos de las musas ¿Te ha pasado alguna vez que has tenido un momento de inspiración, pero que luego no has sido capaz de pasar a la acción? Como, por ejemplo, cuando lees “Doce Miradas”… ¿son lecturas inspiradoras, verdad? Pero luego ¿ya somos capaces de pasar a la acción, pasar de las musas al teatro?
Has leído a Calíope que te ha explicado cómo la belleza es a veces la peor trampa. Clío que la Historia está muy mal escrita, Erato que nos queda mucho camino para amar bien, Euterpe que está aburrida de oír siempre canciones desafinadas y Melpómene de ver escenarios siempre llenos de hombres (Polimnia, musa de lo sagrado, se ha quedado la pobre sin voz…). Nos queda Talía, para no perder el buen humor a pesar de todo o Terpsicore, para seguir bailando, aunque toque con el más feo.
Como me tocaba escribir a mí este post invitado, he pedido ayuda a la novena musa, Urania, que me acompaña desde siempre, me ayuda a dibujar mapas en las estrellas, y también a entender que las matemáticas y sus fórmulas son exactas y elegantes pero la vida, por desgracia, es bastante menos exacta y definitivamente mucho menos elegante.
Estaba dando vueltas a cómo escribir este post cuando hace unos días me contaron algunas historias de mujeres de comunidades rurales, urbanas marginales, indígenas y en campos de personas refugiadas en África, América Latina e India. Están ahí, aunque nunca miremos: María en Colombia, Tate Helene en Congo, Mishula o Jadiben en India.
Historias de mujeres valientes que están marcando la diferencia en países en los que mantener una mirada como la de Doce Miradas, puede acabar fácilmente en que te arrancan los ojos, pero eso no las detiene. Y construyen desde esa mirada una realidad diferente.
Supongo que si las musas han hecho su trabajo, a mí me toca el viaje al teatro.
No tengo claro cómo será el viaje, probablemente lo primero será dejarnos ayudar por Alboan. Tendré también que pedir el apoyo en la Junta de Facultad (10 mujeres, 10 hombres, aunque no hice cuentas, pedí a los mejores para cada puesto que me acompañaran). Tendremos que pedir ayuda a nuestras alumnas y alumnos, al claustro, al Consejo (en este último foro el equilibrio no está tan conseguido, ya llegará).
Mucho trabajo por delante para contar esta historia de mujeres valientes, y para ayudarlas en su tarea de sostener su mirada. Aquí dejo anotado mi compromiso, necesitaré de la ayuda de muchas personas más para que cambiemos una realidad tan desastrosa. Merecerá la pena.
Oh musas, vosotras que veis el futuro, ayudadme a construir sus caminos!
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Guillermo; Debo reconocer, que yo soy de musas. Pido inspiración casi en cada actividad creativa que emprendo. Incluso una de mis empresas se llamaba «parnaso» (hogar de las musas). Vivo rodeada de personas creativas en diferentes ámbitos artísticos, donde la inspiración es fundamental. Pero comprendiendo el proceso creativo, la inspiración te debe encontrar trabajando. Y eso no siempre ocurre. Seguimos luchando en desventaja y con más trabas las mujeres. Ni las musas ni el teatro por sí mismo solucionan nada. Solo educación y ejemplo. Adelante con esa misión.
Pues bajando de aquellas diosas inspiradores al refranero popular: «del dicho al hecho hay un buen trecho». Así que toca pasar a la acción y dar ejemplo. No nos queda otra. Cada cual en su ámbito. Simple y a la vez difícil. Suerte con lo que te toca, que no es poco.
Miro ese mapa, Guillermo, y me estremece comprobar que las mujeres que vivimos aquí, estamos entre las privilegiadas. Y lo hace tanto porque aún es mucho lo que aquí queda por cambiar, como por el terror que me produce pensar en lo que debe de ser vivir allá.
Coincido en que todos debemos hacer el esfuerzo por pasar de las musas al teatro. Las ideas están muy bien, pero la práctica está mejor. Lo serio es cuando faltan también la ideas y peor aún, el criticismo para juzgarlas. Que yo creo que lo que aquí nos sucede es que, en general, damos las cosas por rectas, cuando aún están torcidas. Falta debate externo sobre el papel de la mujer en nuestra sociedad y más difícil todavía, falta debate interior. Que todos miremos a nuestro alrededor con nuevos ojos, observemos nuestro proceder, nuestras bromas, nuestras afirmaciones, negaciones… y que lo hagamos con honestidad, valentía y ánimo de cambio. Me alegra infinito comprobar que hombres como tú o como Julen Iturbe-Ormaetxe (nuestra primera Mirada Invitada masculina), os estáis haciendo estas preguntas en el terreno de la concreción y, sobre todo, me alegra que no temáis levantar la bandera. Sin vosotros no podemos.
Sin conocer la fuente, ese mapa sin más puede parecer más el de la autocomplacencia «noroccidental» que el de la desigualdad de mujeres y hombres. Cuando uno pincha en el enlace (un «must»: http://www.bbc.co.uk/news/world-24650912 ), uno lo entiende mejor: elevar la escala desdibuja matices y realidades por promedios más groseros. En ese enlace, hacia la mitad, se puede encontrar la razón de la perplejidad y el estremecimiento de Ana Erostarbe, la anterior comentarista, al menos si no se me adelanta nadie. En mapas «continentales» y «temáticos», vemos algo que intuimos pero que sí, que estremece: la fatal situación de la mujer en España en dos aspectos que nunca diríamos a juzgar por el primer mapa:»Salud y supervivencia» (y eso que la esperanza de vida para las señoras españolas es superior a la de los señores españoles) y en «Participación económica».
Urania, musa de las ciencias exactas, podría insuflarnos también algo de espíritu crítico. A mí en este caso me ha llevado a profundizar en la información, pero en otros me lleva a estar en contra de determinados planteamientos. Viendo más detenidamente los mapas sobre Europa, me crece el escepticismo al vernos «mejor» que Francia, o que la brecha global nos resulte pequeña cuando en 3 de los 4 indicadores es mayor (y mayor que la francesa).
De todos modos, las musas se relacionan más con el arte, y hay lugares donde es sólo vía éste donde algunos se la juegan (más que por aquí) en defensa de las mujeres:
http://youtu.be/aZMbTFNp4wI