Antenas moradas
28/07/2015 en Doce Miradas
Hace ya varios meses tuve el honor de ser invitada a formar parte de Doce Miradas. Para mí fue todo un motivo de “orgullo y satisfacción”, como diría .. .vaya, ahora no recuerdo quién decía eso..
Desde que nació el proyecto, allá por mayo de 2013, este grupo de mujeres era una referencia para mí, seguía con mucho interés este blog. Cuando recibí la invitación para ser una de las 12, dudé..pero lo justo.
Yo no me había mostrado nunca públicamente como una defensora de la igualdad entre mujeres y hombres, aunque sí que había hecho mis pinitos en el ámbito del deporte. Mi entorno más cercano sabe de mis quejas constantes por la discriminación que sufrimos las mujeres en todas las disciplinas. No sería la primera vez que pataleaba por esto mismo también en el ámbito laboral, y más concretamente ante alguna situación desagradable en el terreno profesional. Por suerte, estas situaciones en mi vida laboral han sido pocas y no quiero mencionarlas, pero sacaron de mis adentros una crispación algo inusitada.
Así pues, ya sea por mi carácter de “echada pa’lante” o porque quería explorar esta temática que un poco de runrún ya me hacía, no dudé en aceptar esa propuesta que un gran día me hizo llegar mi compañera Lorena Fernández.
Lo reconozco. No tenía gafas moradas. En ocasiones veía discriminación por género en situaciones cotidianas de mi entorno, pero callaba y asumía o adoptaba una postura de resignación, naturalidad o conformismo. O me daba pereza señalar con el dedo, como acertadamente proponía en su post Arantxa Sainz de Murieta.
Desde que este grupo y el aura que se genera a su alrededor me invitaron a ponerme estas gafas… ¡creo que me han salido hasta antenas moradas!. Ahora estoy en una fase de regulación, porque tengo la sospecha de que veo hasta lo que no es. Veo, leo, escucho… y a todo le veo su lado machista. Me paso la mitad del día crispada por ello. Muchas gracias, chicas 😉
No. Ahora en serio: las gafas moradas me han abierto miras. Estoy descubriendo un mundo en el que me siento muy cómoda, señalando y denunciando la desigualdad, sintiendo que estamos haciendo algo grande.
Por eso hoy quiero poner mi mirada en un asunto que me ocupa y me preocupa especialmente y que detecto especialmente en la gente joven. No sé si llamarlo falta de personalidad, de consciencia o lavado de cerebro.
Tengo una hija de veinte meses. Es una edad preciosa, en la que disfrutamos mucho de algo tan sencillo y cotidiano como que repita las palabras que le decimos. Seguramente lo hace porque está experimentando y porque se da cuenta de que a las personas adultas nos hace mucha gracia, pero no es consciente de lo que dice, no comprende su significado.
Esto mismo que nos resulta tan gracioso ya no lo es tanto si es, por ejemplo, una niña de dieciséis años la que repite frases como “Si es verdad que tú eres guapa, yo te voy a poner gozar. Tú tienes la boca grande. Dale, ponte a jugar”.
Esta letra corresponde a la archiconocida canción de Pitbull “I know you want me (Calle 8)”, cuyo estribillo es cantado por millones de adolescentes (sí, chicas también). El videoclip es aún peor y más denigrante todavía para las mujeres; a pesar de ello, es de los más vistos en la Red.
Ejemplos como el de Pitbull hay muchos que nos dejan lindezas como las letras de Alejando Fernández “Asfíxialas con besos y dulzura, mátalas con una sobredosis de ternura” en su canción “Mátalas”, o las de Romeo Santos, toda una figura musical que actuó incluso ante Obama en la Casa Blanca, con su conocida canción “Eres mía”, cuyo estribillo vomita lo siguiente:
No te asombres
Si una noche
Entro a tu cuarto y nuevamente te hago mía
Bien conoces
Mis errores
El egoísmo de ser dueño de tu vida
Eres mía (mía mía)
No te hagas la loca eso muy bien ya lo sabias
Si tú te casas
El día de tu boda
Le digo a tu esposo con risas
Que solo es prestada
La mujer que ama
Porque sigues siendo mía (mía)
Pero lo que hoy quiero señalar con el dedo expresamente es la actitud de gran parte de la sociedad, sobre todo en edad adolescente, que baila, canta y repite sin cesar estos estribillos y no se para ni un segundo a pensar en lo que verdaderamente está diciendo. Porque si fuera consciente del contenido de estas letras, quizás se lo pensaría dos veces antes de hacerlo. Valga como ejemplo este vídeo que muestra las reacciones de algunas y algunos jóvenes al prestar atención a las letras de su reguetón sin música:
https://www.youtube.com/watch?v=PlxFb-aCKJs
Entiendo (o no) el contexto de fiesta o celebración en el que suenan estas canciones, el momento de abstracción y pasotismo de las y los jóvenes cuando se encuentran en su burbuja. Y es que les estamos pidiendo que en sus momentos “Kit-kat” procesen estos mensajes que les llegan y reproducen como autómatas. Y yo me pregunto: ¿vamos a pinchar esta burbuja?
Hace poco más de un mes, en el segundo aniversario de Doce Miradas, tuvimos la suerte de contar con María Silvestre, socióloga y profesora de la Universidad de Deusto y ex directora de Emakunde.
En este encuentro, en un ambiente agradable y distendido, formé parte de la mesa de juventud, cuyo sugerente título (Juventud: ¿cantera de Igualdad?) dio pie a tratar de los valores que adquieren y disponen las nuevas generaciones.
En este contexto, la propia María Silvestre respondía rotundamente con un «No» sonoro a la pregunta del título: en su opinión, la juventud actual, a pesar de contar con abundantes recursos y oportunidades, no puede considerarse cantera de igualdad. Estoy de acuerdo con ella que para esta generación, la vida es un espejismo de igualdad, se cree parte de una sociedad paritaria y palabras como el feminismo provocan temor, pues lo asocian a reivindicaciones del pasado. Los chicos, además, siguen pensado que es un “problema de mujeres”.
No quería centrarme exclusivamente en la juventud, ya que comportamientos como el que estoy denunciando hoy aquí abarcan un amplio espectro de edades. Pero sí es verdad que este consumismo y repetición inconsciente de mensajes que no se procesan aparentemente se da más en adolescentes. Parece que son los y las adolescentes quienes “compran” mayoritariamente estos mensajes.
He hablado de la música, pero estaréis de acuerdo conmigo en que semejantes contenidos se transmiten también por otros medios como la televisión, el cine o los videojuegos. En nuestro blog de Doce Miradas hay excelentes artículos sobre estos temas. Los estereotipos de siempre (mujer objeto, hombre dominador, mujer arpía, hombre ingenioso, mujer sumisa, hombre controlador, etc.) se repiten en versiones modernas y, si me lo permitís, de una forma más sutil e implícita. A veces necesitamos de las gafas moradas para verlos, pero “haberlos, haylos”. Voy a pasar de puntillas por la última gran apuesta del cine mundial, “50 Sombras de Grey”. Si me paro ahí, igual no terminamos nunca.
Me gustaría percibir pronto un cambio en esta situación. No quiero que mi hija crezca en una sociedad que recibe estos mensajes; mucho menos quiero que no se los cuestione y los repita como una autómata, sin pensar qué está diciendo, sin procesarlo. Parece evidente que toda la sociedad debe implicarse, desde la clase política hasta el o la publicista de turno, pasando por la educación en los colegios y, por supuesto, por las personas que generan estos contenidos sexistas o no igualitarios.
¿Qué podemos hacer? Quiero pensar que hay soluciones más allá de la demagogia tan frecuente. Soy de las que piensa que los pequeños gestos cotidianos permitirán el cambio. Doy por bueno el conocido eslogan “Think Global, Act Local” (Piensa en global, actúa en local). Una frase, un no, un gesto de desaprobación en el momento adecuado, o levantar el dedo acusador al que se sumen más personas como en este inspirador vídeo que os pongo a continuación:
Queridas lectoras y lectores que habéis llegado al final de este post: ¿se os ocurre algo que alimente mi esperanza? ¿quizás esté cayendo yo también en la misma demagogia que me espanta?
Bueno, sí, se me ocurre que nosotras, las mujeres de mi edad (y no digamos las más mayores) también hemos mamado todo esto. También hemos cantado y bailado con letrillas infames, llorado con películas que hacían un canto a la sumisión y reído con tebeos denigrantes y violentos. Pero un día nos pusimos las gafas moradas y lo vimos todo de otro color. Igual les puede suceder a nuestras chicas y chicos; puede que a ellas y a ellos también les crezcan unas bonitas antenas moradas.
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Vaya por delante mi Zorionak por tu reciente maternidad y por tu artículo que comparto plenamente . Ponerte las gafas violetas, tener las antenas en alerta, hace ver y vivir el mundo de otra manera, más dura para nosotras , por ser conscientes de la realidad que nos rodea, pero más esperanzadora porque sabemos que nuestras miradas, y antenas nos guían con buen rumbo hacia una convivencia igualitaria y justa. Y esto será posible porque mujeres como tu, enseñaràn a sus hijas e hijos este camino, que un día tu y otras muchas mujeres comenzamos. El futuro pinta violeta.
Muchas gracias Celia por pasarte por aquí ;D
Efectivamente, el camino se hace andando, y pasito a pasito, pero con firmeza, trazaremos un camino justo.
Un placer leerte.
Buen tema y buen blog.
Vaya por delante de que soy el aita de dos hijas en edades de repetir esos estribillos y ver programas de tv de obscena temática intelectual.
Para empezar, en mi opinión, nos estamos dando cuenta tarde de esta realidad.
Por mi edad diré aquello de que hace ya bastantes años, allá por los años 90, ciertos sectores de nuestra sociedad, tanto económico-productivos (trabajadores, empresarios, funcionariado) como intelectuales (universidad e instituciones) entraron en una “zona de confort” que acallo cualquier actividad reivindicativa. También es cierto que la situación política marcaba unas “pautas” en la defensa de determinados derechos y sus reivindicaciones.
El caso es que los derechos de las personas (laborales, educativos, de vivienda, , de genero, derechos humanos, inmigración, etc) se iban recortando sin la menor presión social en las calles, y evidentemente, entre ellos, la lucha de la mujer por su igualdad.
Hemos dejado que en esta sociedad los valores que ayudan a la mujer a “tener éxito” están relacionados con su presencia física. Seria larguísimo enumerar lo importante que es para las jóvenes de hoy en día tener una buena presencia así como lo importante que es ir de compras para tener una imagen actualizada por temporada.
Dicho así, parece un juego inocente, pero en muchos casos detrás de este juego se esconden inseguridades, etc.
El caso es que hemos llegado a un punto en el que en San Fermines se producen imágenes en las que algunas mujeres saltan sin camiseta en el primer día de fiestas. A mi me parece una imagen bastante ilustrativa, ya que surge de la propia voluntad de estas mujeres de disfrutar de la fiesta de una manera…(definirlo vosotras)
Resumiendo, creo que las letras de las canciones es un pequeño juego que miles de jóvenes canturrean si apenas entender su significado pero que esta ligado profundamente a una sociedad que no respeta a sus mujeres en sus derechos (mismo sueldo, cuidado de hijo, educación, igualdad de oportunidades, igualdad ante la ley, etc) y a las que estamos ubicando en un espacio social muy ligado a su aspecto físico y su sexualidad.
En nuestro entorno más cercano debemos de revindicar que la igualdad es un hecho y que ciertos comportamientos (videos, letras de canciones, programa de tv, etc) aunque formen parte de nuestra libertad de expresión, no reflejan el respeto con el que relacionarnos.
Lo que vemos hoy en día en nuestra sociedad es el resultado de lo que hemos hecho estos últimos años.
http://www.educatolerancia.com/pdf/150%20canciones%20para%20trabajar%20la%20prevencion%20de%20la%20violencia%20de%20genero%20en%20el%20marco%20educativo.pdf
Kaixo Jabi! Eskerrik asko, benetan, txoko honetara hurbiltzeagatik eta zure ikuspuntua zabaltzeagatik.
Me parece interesante tu reflexión. Como bien dices, lo que ahora vivimos, en gran parte, viene por lo que hemos construido (sean las que sean las razones).
Mi propuesta en este post es que rompamos con la inercia y que nos pongamos gafas moradas, despleguemos antenas moradas o lo que haga falta para empezar a hacer las cosas de otra manera. Pequeños gestos y pequeñas actuaciones que nos permitan poco a poco cambiar, desde nuestro entorno, la «sociedad» en la que vivimos. El ejemplo de la música no es más que un triste ejemplo, pero encontramos muchas situaciones que «deberíamos» empezar a cuestionar, por muy «naturales» que nos puedan parecer y empezar mostrar a nuestros hijos y hijas que hay otras maneras de hacer y estar.
Besarkada handi bat ;D
Naiara, tu post, tus antenas, tus gafas alimentan tu esperanza y la de todos. Y pongo todos, para incluir tambien a los hombres en la tarea ( de largo recorrido) de construir relaciones entre iguales, sin dominadores y sometidas. Simplemente porque sera mucho mejor para todos y todas. Es verdad que a veces resulta descorazonados sentir que damos pasos hacia atrás. Comparto contigo que cada gesto, cada decisión, cada momento de consciencia es un paso adelante. Pues eso, a señalar con el dedo, a hacer elecciones libres, a dar ejemplo a las siguientes generaciones…. Un beso y Zorionak por prestarnos tus gafas con este post. Ane
Eskerrik asko zuri Ane por pasarte por aquí. Cada vez soy más consciente de que en nuestras manos está el comenzar a hacer movimientos que permitan abrir nuevas formas de hacer, ser y estar. Tenemos que construir una sociedad justa para todos y todas. Quiero que Maddi crezca en una sociedad mejor (en muchos aspectos) y me siento responsable en mostrarle y acompañarle en su papel “constructora”. Le prestaré mis gafas moradas hasta que tenga las suyas propias y le haré un hueco en mi despliegue de antenas moradas hasta que sea capaz de desplegar las suyas. Muxu handi bat
Me alegro de tu paso-decision de participar + activamentre en DoceMiradas y aportar opiniones en primera persona como esta que comlartes hoy.
Una mirada + con gafas moradas, y una «emisora» + con antenas moradas son un altavoz muy importante para hacer mas extensa esta «mancha de aceite» cada vez mas morada (aunque lo de mancha….no me suena del todo bien, ya se me ocurrira algo mas adecuado)
Y si puedo, desde mimambito educatico, pondre algo que conecte con esas «emisiones igaulitarias» para que tengan eco en el ambito educativo: a ver si entre tod=s lo conseguimos 😉
1000 esker & segi horrela Naiara 🙂
J
Kaixo Josi! Mila esker zure hausnarketa hemen uzteagatik!